martes, 28 de julio de 2015


LA DINAMICA DE SISTEMAS APLICADA A LA FAMILIA.
CREACIÓN DE MODELOS DE SIMULACIÓN.





LA CIBERNÉTICA Y LAS CIENCIAS SOCIALES.

Norbert Wiener, el padre de la cibernética, era firmemente partidario de la aplicación de la cibernética a las ciencias sociales y en la sociedad. Wiener se muestra convencido en sus libros “The Human use of Human beings” y “Cybernetics, or the study of control and comunication in the animal and the machine” de que el comportamiento humano, de animales y de máquinas puede explicarse mediante los principios de la cibernética: comunicación, control de la entropía a través del aprendizaje mediante bucles de retroalimentación etc.,

Los cibernéticos estudiaron el sistema nervioso con el fin de entender la cognición humana, llegando a la conclusión de que las observaciones independientes del observador no son físicamente posibles.

Aparte de la desventaja obvia de la subjetiva influencia del investigador en sus modelos sociales, a veces puede actuar como catalizador en procesos de cambio. En la psicología el campo de la terapia familiar rastrea sus orígenes directamente de la cibernética (Watzlawick, 1967). En la terapia familiar los comportamientos inusuales pueden ser resultados de interacciones dentro de la familia. “Sostenemos básicamente que los sistemas interpersonales –grupos de desconocidos, parejas matrimoniales, familias, relaciones psicoterapéuticas, o incluso internacionales, etc., pueden entenderse como circuitos de retroalimentación, ya que la conducta de cada persona afecta a la de cada una de las otras y es, a su vez, afectada por estas” (Paul WatzlaWick).


¿Por qué la simulación es importante para analizar sistemas complejos?
La capacidad de la mente humana para formular y resolver problemas complejos es muy pequeña en comparación con la magnitud del problema cuya solución se requiere para generar una conducta objetivamente racional en el mundo real, o aun para una aproximación razonable a dicha racionalidad objetiva.
El “principio de la racionalidad limitada” de Simon nos propone un dilema. Los únicos mapas de sistemas que podemos interpretar correctamente son triviales e incompletos comparados con la complejidad de los sistemas que procuramos entender.

Los modelos informáticos ofrecen mayor precisión acerca de las consecuencias de los supuestos que operan en nuestros mapas de sistemas, por complejos que sean. Además experimentos que arrojarían luz sobre nuestras teorías. No podemos realizar nuestras actividades con una estrategia, luego regresar en el tiempo y probar otra. La simulación es la única manera práctica de verificar las teorías que proponemos en nuestros mapas de sistemas. Y en consecuencia es el único modo práctico de interiorizarse en la relación que existe entre la estructura de los sistemas familiares y la dinámica que generan. Un modelo informático afinado nos capacita para cerrar el circuito de realimentación a través del cual aprendemos, al mostrarnos las implicaciones de nuestras premisas. Por tanto el pensamiento sistémico sin simulación informática puede inducirnos a pensar que estamos encontrando puntos de apalancamiento en el sistema, hipótesis válidas cuando es posible que nuestras conclusiones sean apresuradas. La simulación forma parte esencial de la capacitación en pensamiento sistémico por otra razón importante. Cuando se crea un mapa de un sistema, ya sea mediante arquetipos, diagrama causal o de niveles y flujos, no hemos hecho nada mas que proponer hipótesis. Estas hipótesis requieren verificación. Pero en los sistemas que tratamos, no podemos llevar a cabo pruebas de verificación sin afectar directamente al propio sistema y por tanto, cambiarlo de algún modo, sin embargo, el modelo virtual de la familia permite realizarlos sin riesgo alguno sobre el sistema humano en cuestión.